Hola, hoy vamos a hablar sobre uno de los temas que más dudas y curiosidades genera en la astrología: los planetas retrógrados. Astronómicamente, un planeta retrógrado es aquel que parece estar moviéndose en la dirección opuesta a su órbita, aunque esto es solo un efecto ilusorio debido a la posición de la Tierra y la órbita del planeta en cuestión.
En la astrología, es importante entender cómo operan los planetas directos antes de comprender los retrógrados. Un planeta personal directo opera identificando una necesidad, desplegando energía y obteniendo un resultado. Por ejemplo, si uso mi Marte para identificar una meta, despliego mi energía para moverme y obtengo el resultado deseado.
En cambio, cuando una persona usa un planeta retrógrado, el orden se invierte. Esto significa que la persona se adelanta al futuro en su cabeza sin identificar su necesidad. Esto puede generar problemas porque desconecta a la persona de su sistema de necesidades y la lleva a actuar sin reflexionar ni pensar en las consecuencias. En ese sentido, el planeta no traerá satisfacción.
Para entender cómo podemos hacer que los planetas retrógrados actúen correctamente, es necesario conectarlos con nuestro sistema de necesidades. Por ejemplo, cuando Marte está retrógrado, la persona puede actuar por actuar sin tener una verdadera satisfacción. Esto puede crear conductas compulsivas y obsesivas. La solución es conectarse con lo que en verdad se necesita y hacer el ejercicio reflexivo que mejor sirva para entenderse a uno mismo.
Cuando Venus está en fase de retrogradación, la persona puede vivir sobre la posibilidad de un placer futuro sin entender muy bien por qué necesita ese placer. En ese sentido, la persona ejecuta actos encaminados a obtener bienestar, pero no tiene claro qué tipo de bienestar quiere. La solución es conectar con el sistema de necesidades para tener claro qué tipo de bienestar se necesita para sentirse bien.
Cuando una persona nace con un Mercurio retrógrado en su carta natal, generalmente es una persona en vía de conocimiento y experiencias, pero eventualmente puede tener dos problemas. Primero, las experiencias y el conocimiento adquiridos no le dan la satisfacción que deberían. Segundo, le cuesta expresar sus ideas. La solución es conectarse consigo mismo para poder identificarse con las propias ideas que se quieren expresar y generar seguridad.
En conclusión, la solución a los planetas retrógrados es realizar ejercicios de introspección para conectarse consigo mismo y comprender las necesidades propias. Si se mantiene una conexión constante, los planetas retrógrados pueden pasar de ser una desventaja a una gran ventaja.
